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Noomorfosis: Nace la Inteligencia Digital

(Resumen de la segunda conferencia)

Como se habrá explicado en la conferencia titulada “De la Revolución Hipermedia a la Red Universal Digital”, R.U.D, en la que Internet aparece como un factor clave, pero no único, como un germen de convergencia de las comunicaciones, es una estructura básica de un nuevo tejido infraestructural que crece y crece hasta llegar a integrarse en el interior de las cosas y de los organismos.  Es algo que va mucho más allá del espacio-tiempo: genera un Nuevo Entorno Tecnosocial (NET), donde todo cambia en la vida del humano.

Efectivamente, no sólo el espacio-tiempo: en su libro “Más allá de Internet: la Red Universal Digital”, el autor ha definido un modelo de Nuevo Entorno Tecnosocial, en el que propone 21 dimensiones generadas por la RUD, que modifican las condiciones sociales y personales bajo las cuales vivimos cuando utilizamos alguna de las partes de la RUD y nos convertimos, aunque sea a ratos, pero cada vez durante más tiempo, en infociudadanos. Dicho en términos potentes: quienes usan la infotecnología, la RUD o alguna porción de ella (TVIC) van entrando en una esfera nueva y muy compleja, donde las nociones de tiempo, espacio, identidad, poder operativo, sentido de la acción, comunicación, inteligencia, concepto de realidad, relaciones sociales, privacidad, relaciones con el mundo material, movilidad, el concepto de yo, estructuras organizativas, educación, etc., son diferentes o muy diferentes.

 Hay una definición de infociudad para entender lo que queremos decir, elaborada por este autor en un seminario a finales de 2004, que conecta muy bien con la reciente definición de TVIC, Tecnologías para la Vida Cotidiana: Espacio informacional donde los humanos de sociedades desarrolladas, mediante terminales con botones, teclas, pantallas, contraseñas e identificadores varios, se comunican y llevan a cabo una parte creciente de sus actividades habituales y otras muchas nuevas, convertidas en señales, lenguajes y procesos inmateriales, soportados por una potente infraestructura tecnológica de arquitectura reticular.

Partiendo de la base de que el ser humano se desarrolla coevolucionando con la tecnología, en general, y con la infotecnología, en particular, lo que da una ligera idea de los múltiples procesos transformadores  a los que se ve sometido, de todas las dimensiones de cambio posibles en esta conferencia nos interesan aquéllas que tienen que algo que ver con la adquisición del conocimiento (desarrollo cognitivo), la cultura, el desarrollo de su inteligencia, su psicología, etc.

En ese apartado de la coevolución, J. Rosnay elaboró el concepto de Hombre Simbiótico, entendiendo por simbiosis, en sentido amplio, “la asociación entre especies vivas que se realiza en beneficio mutuo de los intervinientes. Por extensión, asociación entre especies vivas y sistemas u organizaciones macrobiológicas, incluidas las máquinas o artefactos”, o sea, para nosotros, la infotecnología, o su representación infraestructural masiva, la Red Universal Digital. Lógicamente, no es igual el impacto de la infotecnología sobre un niño, si éste vive y se desarrolla actualmente en un entorno familiar y cultural rodeado de tecnología, de TVIC, a la que se adapta de forma natural, en la que participa como un infociudadano nato, que la de un hermano mayor, un padre o una madre, o de cualquier otro ciudadano que recibe el impacto de la RUD cuando ya su desarrollo cognitivo y psicológico recibió en su momento la influencia de otros factores. En esos procesos tan diferenciados es donde podemos encontrar las mayores causas de brecha digital, aparte de las diferencias naturales entre la estructura del cerebro humano (y sus resultados, p. ej. la inteligencia biológica) y la de las máquinas digitales (inteligencia no biológica).

A esos infantes se les llama nativos digitales, porque han nacido ya envueltos intensivamente en un entorno digital, nuestro NET. Los demás son, o somos, inmigrantes digitales, que tienen que hacer un esfuerzo enorme, a veces inviable o casi, para adaptarse a estos cambios tan drásticos que afectan a la forma de trabajar, de localizar y acceder a la información, de comunicarse,… ¿Genera la Red Universal Digital una inteligencia digital en esos niños, entendida como una forma de inteligencia, no mayor ni menor, sino distinta?  El autor cree que sí y al proceso formador le ha dado el nombre de Noomorfosis Digital. La primera publicación del concepto y del nombre se hizo como un “post” invitado en el blog de un amigo hace ahora exactamente dos años, en agosto de 2006

Si hablamos de Simbiosis, también podríamos hablar de Simbiogénesis y de Simbiomorfosis (formación por simbiosis). En tal caso, la noomorfosis debería ser considerada acaso como un apartado importante de las consecuencias de la simbiomorfosis.

Y ya puestos, por no considerar sólo a los nativos digitales, también habría que considerar el impacto de cambio sobre la inteligencia o la forma de pensar de los inmigrantes digitales, lo que podríamos llamar noometamorfosis. Hoy día, hay una gran polémica, potenciada por un reciente artículo de Nicholas Carr titulado “Is Google making us stupid?”, donde declara que Internet está modificando sus procesos de pensar, cambiando el esquema de su circuito neural, socavando su capacidad de concentración, transformando la forma de captar la información, que ahora “ve” como si fuera una corriente de partículas en rápido movimiento. Dice: “Internet se está convirtiendo en nuestro mapa y nuestro reloj, nuestra imprenta y nuestra máquina de escribir, nuestra calculadora y nuestro teléfono, nuestra radio y nuestra televisión”. Como se ve, aunque Carr no lo sepa, ni por supuesto haya leído mi libro, está yendo en su razonamiento “Más allá de Internet”.

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