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Archivo de Agosto de 2008

Noomorfosis: Nace la Inteligencia Digital

Lunes, 18 de Agosto de 2008

(Resumen de la segunda conferencia)

Como se habrá explicado en la conferencia titulada “De la Revolución Hipermedia a la Red Universal Digital”, R.U.D, en la que Internet aparece como un factor clave, pero no único, como un germen de convergencia de las comunicaciones, es una estructura básica de un nuevo tejido infraestructural que crece y crece hasta llegar a integrarse en el interior de las cosas y de los organismos.  Es algo que va mucho más allá del espacio-tiempo: genera un Nuevo Entorno Tecnosocial (NET), donde todo cambia en la vida del humano.

Efectivamente, no sólo el espacio-tiempo: en su libro “Más allá de Internet: la Red Universal Digital”, el autor ha definido un modelo de Nuevo Entorno Tecnosocial, en el que propone 21 dimensiones generadas por la RUD, que modifican las condiciones sociales y personales bajo las cuales vivimos cuando utilizamos alguna de las partes de la RUD y nos convertimos, aunque sea a ratos, pero cada vez durante más tiempo, en infociudadanos. Dicho en términos potentes: quienes usan la infotecnología, la RUD o alguna porción de ella (TVIC) van entrando en una esfera nueva y muy compleja, donde las nociones de tiempo, espacio, identidad, poder operativo, sentido de la acción, comunicación, inteligencia, concepto de realidad, relaciones sociales, privacidad, relaciones con el mundo material, movilidad, el concepto de yo, estructuras organizativas, educación, etc., son diferentes o muy diferentes.

 Hay una definición de infociudad para entender lo que queremos decir, elaborada por este autor en un seminario a finales de 2004, que conecta muy bien con la reciente definición de TVIC, Tecnologías para la Vida Cotidiana: Espacio informacional donde los humanos de sociedades desarrolladas, mediante terminales con botones, teclas, pantallas, contraseñas e identificadores varios, se comunican y llevan a cabo una parte creciente de sus actividades habituales y otras muchas nuevas, convertidas en señales, lenguajes y procesos inmateriales, soportados por una potente infraestructura tecnológica de arquitectura reticular.

Partiendo de la base de que el ser humano se desarrolla coevolucionando con la tecnología, en general, y con la infotecnología, en particular, lo que da una ligera idea de los múltiples procesos transformadores  a los que se ve sometido, de todas las dimensiones de cambio posibles en esta conferencia nos interesan aquéllas que tienen que algo que ver con la adquisición del conocimiento (desarrollo cognitivo), la cultura, el desarrollo de su inteligencia, su psicología, etc.

En ese apartado de la coevolución, J. Rosnay elaboró el concepto de Hombre Simbiótico, entendiendo por simbiosis, en sentido amplio, “la asociación entre especies vivas que se realiza en beneficio mutuo de los intervinientes. Por extensión, asociación entre especies vivas y sistemas u organizaciones macrobiológicas, incluidas las máquinas o artefactos”, o sea, para nosotros, la infotecnología, o su representación infraestructural masiva, la Red Universal Digital. Lógicamente, no es igual el impacto de la infotecnología sobre un niño, si éste vive y se desarrolla actualmente en un entorno familiar y cultural rodeado de tecnología, de TVIC, a la que se adapta de forma natural, en la que participa como un infociudadano nato, que la de un hermano mayor, un padre o una madre, o de cualquier otro ciudadano que recibe el impacto de la RUD cuando ya su desarrollo cognitivo y psicológico recibió en su momento la influencia de otros factores. En esos procesos tan diferenciados es donde podemos encontrar las mayores causas de brecha digital, aparte de las diferencias naturales entre la estructura del cerebro humano (y sus resultados, p. ej. la inteligencia biológica) y la de las máquinas digitales (inteligencia no biológica).

A esos infantes se les llama nativos digitales, porque han nacido ya envueltos intensivamente en un entorno digital, nuestro NET. Los demás son, o somos, inmigrantes digitales, que tienen que hacer un esfuerzo enorme, a veces inviable o casi, para adaptarse a estos cambios tan drásticos que afectan a la forma de trabajar, de localizar y acceder a la información, de comunicarse,… ¿Genera la Red Universal Digital una inteligencia digital en esos niños, entendida como una forma de inteligencia, no mayor ni menor, sino distinta?  El autor cree que sí y al proceso formador le ha dado el nombre de Noomorfosis Digital. La primera publicación del concepto y del nombre se hizo como un “post” invitado en el blog de un amigo hace ahora exactamente dos años, en agosto de 2006

Si hablamos de Simbiosis, también podríamos hablar de Simbiogénesis y de Simbiomorfosis (formación por simbiosis). En tal caso, la noomorfosis debería ser considerada acaso como un apartado importante de las consecuencias de la simbiomorfosis.

Y ya puestos, por no considerar sólo a los nativos digitales, también habría que considerar el impacto de cambio sobre la inteligencia o la forma de pensar de los inmigrantes digitales, lo que podríamos llamar noometamorfosis. Hoy día, hay una gran polémica, potenciada por un reciente artículo de Nicholas Carr titulado “Is Google making us stupid?”, donde declara que Internet está modificando sus procesos de pensar, cambiando el esquema de su circuito neural, socavando su capacidad de concentración, transformando la forma de captar la información, que ahora “ve” como si fuera una corriente de partículas en rápido movimiento. Dice: “Internet se está convirtiendo en nuestro mapa y nuestro reloj, nuestra imprenta y nuestra máquina de escribir, nuestra calculadora y nuestro teléfono, nuestra radio y nuestra televisión”. Como se ve, aunque Carr no lo sepa, ni por supuesto haya leído mi libro, está yendo en su razonamiento “Más allá de Internet”.

De la Revolución Hipermedia a la Red Universal Digital

Lunes, 18 de Agosto de 2008

  (Este post y el siguiente son los resúmenes de las dos conferencias que impartirá su autor el 26 de agosto en el curso K.5 “Internet: La Última Utopía”, de la Universidad del País Vasco)

Es corriente clasificar por olas de tecnología la historia de la evolución de la humanidad moderna. Pero entre las tecnologías, las de la información han evolucionado de forma asombrosa en unas pocas decenas de años: los progresos son tan rápidos que, medidos en términos de generaciones humanas, no alcanza más allá de 5 generaciones el período en el que se han plantado los fundamentos directos, inventado y fabricado los artefactos de información que hoy día soportan casi todas nuestras actividades. Wood escribió hace pocos años que ahora nos encontramos en lo que él llama “la revolución de las redes”, que abarcará en su opinión el intervalo de 1975 a 2010.

Por su parte, el autor de la conferencia fija convencionalmente el año 2001 como el principio de la era digital o ciberespacial, donde incluye la emergencia de la Red Universal Digital y sus factores conexos, entre otros: Convergencia de las tecnologías, convergencia e interoperabilidad de las redes, multimedia distribuido, interfaces naturales, “home nets”, “body nets”, computadores ubicuos, ciberespacio, aumento de la inteligencia no biológica, etc. Este concepto lo desarrolló en el libro “Más allá de Internet: la Red Universal Digital”, Ed. Ramón Areces, publicado en 2004. Si alguien tiene interés en conocer algo más sobre el enfoque y contenido de este libro puede visitar la página, en la que encontrará su índice completo, extractos de varios capítulos, repertorio de términos y algunas cosas más.

No hay una definición precisa del concepto de Red Universal Digital (R.U.D.), entre otras razones porque lo que pretende es aglutinar aspectos de tendencia de la infotecnología hacia un tejido densísimo de artefactos que transforman de forma radical el entorno en el que vivimos, no precisar la estructura y función de un sistema concreto, porque no existe. Puede decirse que la R.U.D. es: “Un conjunto heterogéneo en plena evolución compuesto por múltiples y diferentes redes: Internet, redes informáticas de área local, redes telefónicas fijas, redes de telefonía celular, redes Wi-Fi, conexiones Bluetooth, redes de satélites GPS, redes de energía eléctrica con tecnología PLC (banda ancha de información por el enchufe), redes corporales, redes de sistema (un automóvil), Internet 0 (Internet de las cosas), redes de circuitos cerrados de TV, etc., cada día más digitales (incluyendo radio y televisión) e interoperables”. Su desarrollo y despliegue se está produciendo en poco más de una generación y media de los humanos, velocidad tan extraordinaria que no deja tiempo para asimilar adecuada y conscientemente sus consecuencias sociales en nuestra vida.

Dada la imposibilidad de entrar en detalles en este resumen e incluso en la conferencia, recomiendo a los lectores y asistentes a la conferencia que lean la entrevista que se me hace sobre este concepto, donde además figuran en la sección de webografía varias direcciones cuyos contenidos dan la oportunidad de profundizar en este tema y servirán para completar los contenidos de la conferencia.

La Red Universal Digital tiene una cierta arquitectura compuesta por muy diversas plataformas digitales (hardware y software, a tenor de la plataforma), redes de todas clases e interfaces, sobre la que se monta una infinidad de aplicaciones que, como se ha señalado, están transformando nuestro entorno vital y nuestras formas sociales, al que llamo Nuevo Entorno Tecnosocial, término que, aunque figura sólo en el subtítulo del libro antes mencionado, constituye la última parte del libro antes citado y representa lo más importante de la infotecnología actual: el impacto de cambio en nuestras vidas, desde casi todos los puntos de vista.

Examinando la vertiente de plataformas digitales o informáticas, donde más hay que fijarse es en las que forman la parte baja de la llamada pirámide de plataformas digitales, compuesta por dispositivos diminutos y baratos, pero potentísimos, como por ejemplo, los computadores ubicuos, que están contribuyendo a densificar la Red Universal Digital, que prácticamente llega a todas partes, haciendo más denso el tejido reticular, la densidad digital (aumenta la digitalidad social y mental hasta extremos increíbles). Tan es así que el autor ha creado un término formado por las siglas TVIC (Tecnologías para la VIda Cotidiana), para dar nombre a las tecnologías que usan habitualmente cientos de millones de ciudadanos no técnicos y que por esa misma razón son las causantes del desbordante e incontrolado ritmo de socialización infotecnológica. Véase al respecto un breve post sobre el origen del término TVIC o, más en profundidad, este editorial en la revista  TELOS.

La consecuencia de todo esto es que la hipermultifuncionalidad instrumental al alcance de casi todos los bolsillos (hay supermercados de este tipo de tecnología que ya hablan de “todo en uno” para publicitar el poder de estos instrumentos TVIC, por lo general móviles) ha crecido de manera tan desaforada que, en opinión del conferenciante, se hace imprescindible la introducción de unas bases tecnoculturales (principios mínimos de evaluación del impacto de tanta instrumentalidad en nuestro entorno personal, social y ambiental). ¿Quizá una EpIC, Educación para la InfoCiudadanía, como acabo de sugerir, un poco paródicamente, en el artículo “En el país digital de las “maravillas”, revista TELOS, jul.-sept., 2008? Más en serio, necesitamos desarrollar una sociología de la infociudad. Algunos de estos aspectos se tocarán en la conferencia “Noomorfosis: Nace la Inteligencia Digital”.