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Archivo de Octubre de 2008

TIC, TAC, TOC, y ahora KIC

Miércoles, 29 de Octubre de 2008

Se aprende leyendo, mirando y escuchando. El otro día vi y oí en un programa de noticias en televisión que en España hay por lo menos un millón de personas que padecen TOC: Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Así que le pregunté a Google y me dijo que con esas siglas me localizaba casi 41 millones de entradas y una de ellas me contó lo difícil que es vivir con alguien que sufre TOC. Pero, además, según el informe FOESSA, después de una década de expansión económica, en España hay 8,5 millones de pobres (ingresos mensuales inferiores a  574 euros). ¡Qué panorama!

TOC me recordó a TIC, que resulta ser una palabra que, según el diccionario, significa, y siempre ha significado, ”movimiento compulsivo, que se repite con frecuencia, producido por la contracción involuntaria de uno o varios músculos”, pero curiosamente también, y   desde hace pocos años, son unas siglas para sintetizar al grupo formado por las siguientes siete palabras “Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”, en inglés ICT, siglas que, a su vez, representan en español la síntesis de “Infraestructura Común de Telecomunicaciones”.

Llevo algún tiempo defendiendo, sin ninguna probabilidad de éxito, que esas siete palabras podrían haberse sustituido por una sola, “infotecnología”, pero este TIC se ha generalizado, usándose incluso en los títulos de los artículos, con el riesgo de que algunos lectores no entiendan lo que quiere decir, por ejemplo, “Impacto de las TIC en educación”. Buscando con Google salen más de 55 millones de sitios con TIC, pero en la primera página de las direcciones aparece este enlace patrocinado: “Corrija sus Tics. Supere sus tics con hipnosis. Psicólogas Col. 1ª Sesión Gratuita. www.centrocervantes.es Madrid. Menos mal que en la página titulada Mujeres TIC , éstas, seguramente para evitar confusiones, aclaran inmediatamente que “Somos Mujeres y nos gusta la tecnología: los gadgets, los videojuegos, los viajes y adoramos los gatitos”.

Para completar el cuadro, TIC, además y sin remedio, nos suena, y nunca mejor dicho, a tictac, palabra que, según nuestro diccionario, se emplea “para imitar el sonido acompasado que produce el escape de un reloj”. A su vez, TAC (Google, unos 30 millones de entradas), en esta época de tan avanzada instrumentación médica, nos sugiere un “TAC abdominal o un TAC cerebral” , o sea, una Tomografía Axial Computarizada (Computerizada, Computada o Computadorizada). A mí, personalmente, por deformación profesional, me recuerda a las iniciales de Teclear, Apuntar, Cliquear, como puede leerse en la sección dedicada a “Interfaces de usuario gráficas” de mi libro “Más allá de Internet: la Red Universal Digital” (pág. 184), o en la columna dedicada a las interfaces hápticas. También es la sigla oficial de un cuerpo de funcionarios: TAC (Técnicos de la Administración Civil). Como curiosidad turística, añadiré que en Puerto de la Cruz (Tenerife), en una calle cercana al lago Martiánez, hay un restaurante llamado TIC TAC  y en Madrid, calle Conde de Romanones, 5, una tienda de ropa con el mismo nombre. Dudo mucho que sus dueños se hayan inspirado en la sigla de las tecnologías o en la de los funcionarios para bautizar así sus negocios.

Y como esto de las siglas no para, ahora ha surgido una nueva, KIC, que, además de otros significados, que pueden encontrarse con el Google, quiere decir lo siguiente: Una KIC (Knowledge and Innovation Community, que en español sería CCI, Comunidad de Conocimiento e Innovación) es una asociación autónoma de instituciones de educación superior, organizaciones de investigación, empresas y otros participantes en el proceso de innovación. Tiene forma de red estratégica y busca la planificación conjunta de la innovación a medio y largo plazo con el fin de cumplir los desafíos del EIT (Instituto Europeo de Innovación y Tecnología. Este Instituto, muy recientemente creado, pretende estimular la creación de KICs, que, en resumen, serían un apartado importante de lo que llamo Comunidades Nootrópicas (comunidades orientadas a desarrollar procesos basados en el conocimiento o generadores de conocimiento) enfocado, en este caso, a potenciar la integración de las actividades y capacidades del triángulo formado por Educación (universidades), Investigación (centros públicos de investigación y centros tecnológicos) e Innovación (empresas).

Y ya, para terminar, tictac, reseño otra noticia, escuchada o leída también estos días, lamentable para nuestra competitividad, que me recuerda y confirma una vez más lo que escribí en el citado ensayo sobre comunidades nootrópicas acerca del bajo nivel de nootropismo de España: sólo hay una empresa española entre las cien europeas que más invierten en I + D.

Taller de periodismo (2): Entrevistas solicitadas urgentemente y no publicadas

Viernes, 24 de Octubre de 2008

A continuación pueden leerse las preguntas  planteadas urgentemente por la periodista María Ovelar (El País) al autor de este blog y las respuestas de éste, quien, después de varias semanas sin noticias del primero, consiguió localizar vía Google el reportaje “Y el libro se hizo móvil” para el que la periodista pidió la colaboración de F. Sáez Vacas, donde no aparecía ni una sola palabra de sus respuesta, a pesar de que ella, según declaró al pedir la entrevista, estaba muy interesada en conocer su opinión a raíz de la publicación del artículo “También nuestra mente se adapta al Nuevo Entorno Tecnosocial

- Entrevista -

P.  Me acaban de encargar un vida y artes para el diario El País y creo que me puede echar una mano. Y como siempre me toca redactarlo con prisas…He leído El nuevo entorno digital (artículo de El Cultural) y me interesa mucho su opinión.  Mi tema versa sobre “El libro en Internet y en el móvil”. Y sobre cómo se están rompiendo las barreras de la literatura con los nuevos soportes. Con la percha de Japón donde el último fenómeno de la literatura nipona es una novela titulada “Koizora” (Cielo de Amor) que ya ha sido leída por 25 millones de personas en sus móviles. ¿Cree que la aparición del fenómeno tiene que ver con una generación acostumbrada más al móvil (en Japón hay más móviles que ordenadores) y a los emoticones, los mensajes instantáneos etc.?

R. En principio, sí, especialmente si un alto porcentaje de esa generación estuviera afectada por la patología llamada movilmanía. Yo uso mucho el móvil, el ordenador y el televisor, pero no sería capaz de leer una novela ni cualquier otro texto largo en la diminuta pantalla (que ahora empiezan a llamar la tercera pantalla) de un teléfono móvil.

P.  ¿Este nuevo tipo de literatura y de entorno digital y lenguaje psicológico está afectando nuestros procesos mentales? … ¿Si sí, cómo?

R. Desconozco la novela Koizora y ese tipo de literatura, pero, en líneas generales, es indudable que la actual tecnología digital afecta a la estructura y dinámica de nuestros procesos mentales. Éstos se adaptan a la instantaneidad de acceso, a la conectividad hacia innumerables contenedores de información, a la versatilidad de formato de sus contenidos (texto, imágenes, sonido en el mismo documento), a la interactividad y a otras propiedades más que proporcionan las herramientas y soportes digitales, imposibles en un documento de papel.

P. ¿Cree que el soporte móvil llegará también a Europa…. alguna predicción temporal…? ¿Piensa que en Japón funciona y aquí funcionaría porque a muchos jóvenes la literatura clásica les deja fríos?

R. Si se refiere a los terminales móviles como soporte de textos literarios, si esa aplicación  no ha llegado a Europa, llegará, lo mismo que ya empieza a usarse como terminal para ver programas de televisión. Pero no tiene nada que ver con la literatura clásica, simplemente es el resultado del enorme y vertiginoso despliegue de herramientas digitales al alcance de cualquier ciudadano, las denominadas tecnologías para la vida cotidiana, que lógicamente son mucho mejor y más rápidamente asimiladas por las nuevas generaciones, a las que Baricco, en un ensayo reciente, llama bárbaros, en un sentido histórico no despectivo.

P. ¿Es esto una evolución? ¿Un paso más en nuestra civilización? ¿La tecnología convertida en herramienta para el conocimiento nos aliena?  ¿Hemos pasado de aprender a través de la lectura y escritura a adquirir conocimientos a través del ojo y el oído, nos estamos haciendo vagos? ¿Más bárbaros, como decía Baricco?

R. Algunos lo llamamos coevolución Humanidad-Tecnología. El ser humano siempre evoluciona en su interacción con la tecnología que inventa para sus necesidades o caprichos. Una parte de esa tecnología tiene que ver con la información y puede convertirse en herramientas para el conocimiento. La tecnología de imprenta de tipos móviles -curioso lo de móviles ¿verdad?-, inventada hace 550 años, generó el libro de papel y su influencia sobre la difusión de conocimientos ha sido revolucionaria. Los cambios sociales y culturales que produjo son asombrosos. Ahora hay nuevas y potentísimas infotecnologías que potencialmente también son herramientas para el conocimiento y no tienen por qué alienarnos. Tenemos que asimilarlas y dosificarlas, para explotar sus grandes posibilidades en el dominio del conocimiento en particular y de la cultura en general. La tecnología digital no es incompatible con la lectura ni con la escritura, ni con el arte, ni con los procesos educativos, pero cambia muchos de sus componentes. Tampoco tiene por qué conducirnos a la vagancia. Por ejemplo, de un documento digital podemos extraer trozos de información, registrarlos en nuestro procesador digital, introducir nuestros comentarios y reflexiones y hasta imprimirlos, si nos gusta más hacerlos a mano.

P. ¿Acabará siendo un objeto de lujo el libro en papel?

R. En un futuro podría llegar a ser un objeto de lujo en el supuesto de que su uso nos condujera a convertir todos los árboles en papel. El libro, si queremos seguir llamándolo así, admite ahora varios soportes, que no se excluyen los unos a los otros, aunque compiten por captar la atención de los lectores: el papel y varios tipos de tecnologías y diferentes clases de instrumentos y sus pantallas de presentación. Pero, hoy por hoy, si se acerca uno a un colegio de enseñanza primaria verá que todos los niños llevan mochilas ¡con ruedas! llenas de libros y cuadernos de papel.

Taller de periodismo (1): Entrevistas solicitadas urgentemente y no publicadas

Viernes, 24 de Octubre de 2008

A continuación pueden verse las preguntas, precedidas de una introducción al tema, planteadas urgentemente por el periodista Abel Grau (El País) al autor de este blog y las respuestas de éste, quien, después de varias semanas sin noticias del primero, consiguió localizar vía Google el reportaje  para el que el periodista pidió la colaboración de F. Sáez Vacas, donde no aparecía ni una sola palabra de las respuestas de éste. Parece que el periodista estaba interesado por el tema de si Internet influye en el proceso de pensar, tratado, entre otros autores, por el titular de este blog en sus reflexiones sobre la noometamorfosis y en particular por su conferencia de este verano en el país vasco (ver más abajo), de la que el periodista mostraba estar informado.

 Además de reproducir, como todos, que Nicholas Carr anda cuestionándose si el uso frecuente de Google no nos estará haciendo más estúpidos, el periodista podría haber mencionado, por contraste, al profesor Gary Small, del Instituto Semel para Neurociencia y Comportamiento Humano, en UCLA (Universidad de California en Los Angeles), que está demostrando experimentalmente, a través de investigaciones con gente de edad madura y de tercera edad, la influencia positiva de las actividades de búsqueda en Internet sobre las funciones de toma de decisiones y razonamiento complejo del cerebro. El dr. Small ha escrito también el libro “iBrain: Surviving the Technological Alteration of the Modern Mind. Haciéndose eco de estos descubrimientos, una periodista de Elmundo.es ha titulado su reportaje al respecto de forma muy llamativa: “Ponga a punto su capacidad cerebral con el “Dr. Google“.

- Entrevista -

En la sección de Sociedad de El País estamos preparando un reportaje sobre la influencia de internet en el desarrollo del cerebro; es decir, sobre cómo el modo de búsqueda de información que impone internet está modificando el modo en el que el cerebro recibe información. Por ello nos gustaría contar con su opinión como especialista, coincidiendo con la celebración de los cursos de verano de la UPV (Nota de F. Sáez Vacas: parece referirse  a mi conferencia Noomorfosis: nace la inteligencia digital en uno de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco, impartida el 26 de agosto pasado)

La idea que planteamos en el reportaje es que, como han advertido algunos expertos en neurociencia y psicología, internet está imponiendo un nuevo modo de acceder a la información que puede influir en el desarrollo del cerebro. Sostienen que el cerebro conserva su plasticidad durante toda la vida y por lo tanto puede adaptarse poco a poco a esa manera de suministrar información que proporciona la red: el modelo tradicional de comprensión “vertical” o en profundidad al leer libros, por ejemplo, está siendo sustituido por otro en el que domina el modo “horizontal” o superficial, en el que disminuye la atención, la concentración y la capacidad de seguir una línea de pensamiento sostenida. Igual que la aparición del reloj y de la imprenta impusieron cambios mentales (en la comprensión del tiempo y en la difusión de la información).

En relación con este planteamiento, me gustaría conocer  su opinión, por lo que aquí le envío unas preguntas.

P. ¿Es posible que la nueva manera de acceder a la información que impone Internet (fragmentaria, múltiple, que casi obstaculiza la reflexión y la concentración) pueda estar modificando el comportamiento del cerebro? ¿Es posible que este cambio influya a un nivel biológico, en la reconfiguración de las conexiones neuronales, de modo que se asemejen a la pauta que impone internet?

R. Internet per se no impone una manera fragmentaria de acceder a la información. La información que se coloca en Internet puede ser fragmentaria o no, pero ésa es otra cuestión. Por ejemplo, podemos acceder a un blog compuesto por informaciones cortas preparadas en formato hipertexto, con enlaces insertados que nos conducen a otros sitios web para conocer la información completa,  pero también a imágenes y a ensayos largos y libros enteros en soporte digital, que podemos leer en la pantalla haciendo “scrolling”, dedicándoles el tiempo que sea necesario o imprimirlos en papel. En términos operativos, la manera de acceder, la velocidad y la multiplicidad de informaciones son radicalmente distintas a las de documentos de papel y las bibliotecas y eso sí que tiene que estar modificando el comportamiento del cerebro. Sin embargo, la información a la que accedemos y la cantidad de tiempo y el uso que hagamos de ella los elegimos nosotros.

P. ¿Puede que estos cambios afecten, por ejemplo, a nuestra capacidad para leer un texto de manera sostenida, y que imponga un modo de “lectura por encima” o “superficial”?

R. Según los neurocientíficos -y le cito a Francisco Mora- “hoy es un hecho demostrado que el cerebro es un órgano plástico, es decir, siempre cambiante. Cambiante en su física, su bioquímica, anatomía y funcionamiento como expresión de su interacción con el mundo. Esta interacción cambia constantemente  el cerebro”. Nicholas Carr ha escrito un texto titulado “Is Google making us stupid?, donde nos confiesa que en los últimos años he tenido la incómoda sensación de que alguien, o algo, ha estado jugueteando con su cerebro, cambiando el esquema de su circuito neural, reprogramando su memoria, en resumen, transformando su proceso de pensamiento. Añade que ahora es incapaz de mantener la concentración en un libro durante más de dos o tres páginas. Otros autores, como V. Verdú o A. Baricco resaltan la tendencia a la superficialidad que va imponiendo el uso continuo de esta infotecnología. 

P. ¿Se han llevado a cabo estudios en España sobre esta materia?

R. Algunas reflexiones, creo que sí, pero no he oído que se hayan realizado estudios o investigaciones en profundidad. Personalmente, formulé hace dos años la hipótesis, que tendría que ratificar la neurociencia , de que un entorno intensivamente digital podría incluso estar cambiando la forma de inteligencia de los niños que se críen en ese entorno, hipótesis que, con el nombre de Noomorfosis Digital (noos -inteligencia- y morphosis -formación-)  publiqué en el blog de un amigo (véase http://antoniofumero.blogspot.com/2006/08/noomorfosis-digital.html). Claro está que cuando hablo de un entorno digital voy más allá de Internet y me refiero a la Red Universal Digital, que es la extensa infraestructura tecnológica que conforma nuestro entorno vital, al que en mi libro “Más allá de Internet: la Red Universal Digital”, Ed. Ramón Areces, 2004, llamé Nuevo Entorno Tecnosocial (NET).

P. ¿Es posible que este cambio que podría ejercer Internet se pueda notar ya, en el corto plazo de tiempo que va desde la aparición de Internet?

R. Insisto en que es un error hablar sólo de Internet, que, por su resplandor y espectacularidad, se lleva toda la fama. Tenemos que empezar a considerar al conjunto de la infotecnología como la causa de muchos de los cambios personales y sociales, ni mucho menos todos positivos, que podamos experimentar en nuestra adaptación al entorno por ella generado. Hay que asignar una gran influencia a las que llamamos Tecnologías para la Vida Cotidiana, que emplean cientos de millones de humanos y se desarrollan a una velocidad increíble y son muy poderosas y multifuncionales. Si algún lector quiere saber qué entiendo por esta clase de tecnologías y  no se conforma con la información fragmentaria de mis respuestas a esta entrevista, le invito a leer el contenido de un editorial mío publicado en esta dirección: http://www.campusred.net/TELOS/editorial.asp?rev=73 . Finalmente, la respuesta a la pregunta es que sí se notan ya los cambios, y mucho.

P. Aunque quizá sea pronto para conocer los efectos de esta influencia, ¿se puede aventurar algún pronóstico sobre lo que podría plantear esta influencia en el futuro? Por ejemplo, mayor dependencia de Internet, posibles desarrollos de la inteligencia artificial…? 

R. No aventuro más pronóstico que el de que la influencia será grande y creciente, pero necesitamos estudiar esos impactos más rigurosamente. Quienes usan la infotecnología, la Red Universal Digital o alguna porción de ella, van entrando, cada uno según sus circunstancias, personalidad, edad, entorno familiar o laboral, recursos, etc.,  en una esfera nueva y muy compleja, donde las nociones de tiempo, espacio, identidad, poder operativo, sentido de la acción, comunicación, inteligencia, concepto de realidad, relaciones sociales, privacidad, relaciones con el mundo material, movilidad, el concepto de yo, estructuras organizativas, educación, etc., son diferentes o muy diferentes.