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Archivo de Enero de 2011

La infotecnología actual convierte a la mano en un instrumento mental

Lunes, 17 de Enero de 2011

(Nota: este post es una brevísima selección de la teoría e hipótesis acerca de un nuevo tipo de inteligencia digital descrita en las últimas páginas del capítulo 6 de un nuevo libro de F. Sáez Vacas, a punto de publicarse, titulado “Cultura y Tecnología en el Nuevo Entorno Tecnosocial”, Fundetel, 2011, hipótesis que en forma muy sintetizada aparecerá antes (dentro de unos días) en la revista TELOS, 86, como tribuna con el título “Nativos digitales, inteligencia digital: ¿Homo digitalis?”).

El uso de los instrumentos TVIC  se hace en su mayor parte con los dedos de la mano (recuérdese definición de Infociudad ), muy frecuentemente con el pulgar si se trata de artefactos pequeños, como hacemos con teclado de teléfono móvil.

Si hablamos de manos y dedos podemos hablar también de niños y juguetes. Que el uso de los dedos ha adquirido gran protagonismo podría ilustrarse con la proliferación actual de juguetes infantiles basados en la “habilidad manual” y puede servirnos de ejemplo, muy significativo por el hecho de estar diseñado para bebés de 12 meses de edad, el juguete-mando denominado Melody MP3, “un mando lleno de botones para pulsar, con divertidos sonidos y números en 3 idiomas”, que vio hace poco el autor de este blog en una tienda muy conocida.

El catálogo de juguetes El Corte Inglés, 2010, nos explica que “cada juguete está pensado para transmitir unos valores que ayudan al desarrollo y formación del niño. Escoger los juguetes adecuados ayuda a los niños a descubrir el mundo, a expresar y a desarrollar mejor sus habilidades y aptitudes personales”. (Uno de los valores más frecuentes es precisamente la habilidad manual, que se ilustra en el catálogo con el dibujo de una manita dentro de un círculo rojo).

Para saber algo del papel histórico de la mano, podemos consultar un libro reciente (2010) de M. Bermúdez de Castro, experto en evolución humana, titulado La evolución del talento. Cómo nuestros orígenes determinan nuestro presente. En él se leen textos como este extracto: Hace unos 2,5 millones de años, a partir del Homo habilis, la anatomía de la mano fue convirtiéndose en una pinza de precisión, con dedos más cortos que los del chimpancé, exceptuando el pulgar, no sólo más largo sino asimismo fácilmente interrelacionable con los demás dedos y especialmente con el índice. “La evolución de la mano de los homininos, favorecida por su forma de locomoción bípeda, ha sido determinante en la evolución humana”. Hace muchos cientos miles de años, cambios físicos del entorno transformaron lentamente la mano de los homínidos, cuyos cambios originaron cambios cerebrales al tiempo que cambios tecnológicos que, a su vez, transformaban el cerebro y por tanto la inteligencia de los usuarios.

El autor de este blog expresa que ahora vivimos en un entorno constituido por una tecnología doblemente digital: digital por su estructura, codificación de la información y técnicas de funcionamiento interno, y digital por su manejo con los dedos. Muchos niños y adolescentes actuales ( nativos digitales o generación interactiva ) viven casi permanentemente conectados a un variado conjunto de poderosos instrumentos infotecnológicos.

Por tanto, tenemos de nuevo a la mano jugando un papel con la tecnología, con el cerebro y con la inteligencia. El uso intensivo de la tecnología está recableando, o remodelando, nuestros cerebros para vivir y operar en el Nuevo Entorno Tecnosocial generado por esa tecnología.

Sobre dedos y cerebro, en la página 190 del libro The learning brain, de las neurocientíficas S-J. Blakemore/U. Frith, edición en español Ed. Ariel, 2007, se citan los estudios de Th. Elbert, de la universidad Konstanz, Alemania, que sugieren que el cerebro asigna una cierta cantidad de sinapsis al procesamiento de los dedos en función de lo mucho o poco que éstos se utilicen.

Muchos instrumentos digitales de la actualidad actúan como prótesis cerebrales de sus usuarios, y los teléfonos móviles hipermultifuncionales de últimas generaciones prácticamente son multiprótesis cerebrales. La habilidad manual, consistente en pulsar o mover ratones, teclas, punteros, iconos, pantallas táctiles, etc., para activar eficazmente las funciones implementadas en el instrumento infotecnológico, modela sus redes neuronales y podría configurar una clase nueva y útil de inteligencia instrumental. ¿Es esta faceta de la inteligencia-sistema la que podría dar contenido a la hipótesis de formación de una nueva inteligencia que el autor de este blog propuso en el año 2006 en el proceso que titulé noomorfosis digital ?